Regalar sonrisas por el mundo

Un día, trabajando, me crucé con una foto llena de lápices con mensajes positivos. En aquel caso, estaba enfocado para maestros y profesores y se puede usar como tal. Pero a mí se ocurrió que sin duda, los papás también podían usar estas frases en algunos objetos de casa, colores, vasos, algún juguete… ¿o por qué no dejar un mensaje cada mañana encima de la ropa de nuestros peques o de nuestras parejas?

            Creo que trasmitir a las personas que viven con nosotros lo importantes que son de forma constante, es fundamental para la autoestima y la confianza.

            Es fundamental ser sinceros, claros, nunca mentirles.

            Puede que a nuestros peques no se les dé algo bien, pero podemos trasmitirles que la próxima vez les saldrá mejor y no decirles que algo está bien cuando no es cierto. Tampoco es sano que les digamos las cosas de forma fría y desnuda, aunque sea verdad. Un niño no percibe las distintas formas de comunicar que hay, un niño recibe lo que se le dice y cómo se le dice. Por ello, debemos ponerle amor a nuestros mensajes, teniendo en cuenta que los niños deben aprender y puede que nunca se les llegue a dar bien TAL cosa, pero… ¿por qué no darles la oportunidad de que lo intenten una y otra vez?

            Que no se nos olvide, papás, todos los miembros de la familia, incluidos los peques, deben recibir el mensaje de que son maravillosos, cada día, ¿o no pensáis que lo son? Además, así adquirirán un lenguaje positivo e irán regalando sonrisas por el mundo, ¿no os parece?

            ¿A quién no le gusta recibir mensajes positivos? A mí desde luego me alegra la semana entera leer los mensajes maravillosos que Jorge me escribe de vez en cuando. Tanto es así, que no encuentro el momento de borrarlos de la pizarra. Además, en este caso, mi Súpersobrina se ha unido, por que… ¡contagia!

            Os pongo deberes, escribid un mensaje positivo a algún miembro de la familia y contadnos su reacción, ¡estoy segura que os va a llenar de felicidad!